El Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB) celebró el ayer el acto simbólico de imposición de togas para dar la bienvenida a 70 nuevos colegiados que se incorporan a la institución como abogados.

A diferencia del Colegio de Madrid, en el acto de imposición de togas de Barcelona los nuevos colegiados suben al estrado del Salón de Actos del ICAB uno a uno con la toga en mano, acompañados de su padrino o madrina. Una vez arriba, se la ponen y realizan el juramento o promesa de cumplir con las normas deontológicas de la profesión.

Es un gesto que simboliza el compromiso ético y profesional que asumen al incorporarse a la abogacía. El acto es simbólico y no obligatorio.

La ceremonia fue presidida por Jesús M. Sánchez, decano del ICAB, y contó con la presencia del presidente de la Audiencia Provincial de Barcelona, Antonio Recio, así como otros miembros destacados de la Junta de Gobierno del Colegio.

El decano del ICAB, Jesús M. Sánchez, presidiendo el acto solemne. Foto: ICAB.

EL CASO DE EMMA HAKOBYAN, UN EJEMPLO DE SUPERACIÓN

Entre los nuevos abogados colegiados, destacó la participación de Emma Hakobyan, abogada y actual vicepresidenta de la Comisión de Justicia Penal Internacional y Derechos Humanos del ICAB.

Emma Hakobyan, armenia de origen, llegó a España en su infancia como refugiada, enfrentándose desde muy pequeña a los retos de la integración en un nuevo país.

A pesar de las dificultades, su perseverancia y dedicación la han llevado a convertirse en una destacada abogada, centrada en la defensa de los derechos humanos y la justicia penal internacional. Su historia es un ejemplo inspirador para los nuevos colegiados que inician su carrera en el mundo del Derecho.

Erika Torregrosa bogada y premio nacional ex aequo de ‘Derechos Humanos 2023’, un galardón otorgado por la Asociación Pro Derechos Humanos de España.

En su discurso, Hakobyan agradeció el apoyo de su familia y de la comunidad jurídica, destacando que su experiencia como refugiada ha marcado profundamente su vocación por el derecho y la justicia. “Cada uno de nosotros tiene una historia y una lucha, y la mía me ha llevado a defender los derechos de quienes más lo necesitan”, afirmó emocionada.

A pesar de ostentar una dilatada carrera jamás había tomado parte en este acto. La historia de superación de Hakobyan fue uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, simbolizando la diversidad y el compromiso de la abogacía con causas justas y la defensa de los derechos más vulnerables.